Las anteriores historias sobre las mujeres montañistas y escaladoras en Colombia nos han mostrado que hubo mucha más actividad de lo que llegamos a imaginar. La información disponible sobre las décadas de los ochenta y noventa no registra mayor montañismo femenino, sin embargo, encontramos historias como las de Vicky Gutierrez y Claudia Hernández, evidencia de que de hecho sí hubo actividad.
Y más de lo que imaginamos. En 1982 Gloria Corredor, profesional en contabilidad, quien trabajaba en una empresa multinacional se unió, gracias a su amigo Horacio Zea, en el Club Colombiano de Andinismo (CCA) y comenzó a realizar con ellos salidas a la montaña y a entrenarse en los alrededores de Bogotá.
Equipo de colombianas durante las expediciones en Suramérica que fueron preparación y posteriores al proyecto himaláyico.
Gloria descubrió que la montaña era su elemento y decidió dejar su trabajo de oficina y la comodidad de la casa de sus padres para dedicarse por completo a las montañas. En los meses siguientes realizó cursos de escalada en roca en Suesca y de escalada en hielo en el Parque de los Nevados y comenzó una carrera deportiva de más de veinte años en los que escaló muchas veces en las montañas colombianas – Nevado del Tolima (incluso en solitario), Sierra Nevada del Cocuy, Nevado del Ruiz, Nevado Santa Isabel, Pico Cristobal Colón, entre otros - y también montañas fuera del país.
Desde 1985 comenzó a viajar a Ecuador y después de varios intentos en diferentes viajes, escaló el Cotopaxi (5897 m), el Chimborazo (6268 m) y el volcán Tungurahua (5023 m). Gracias a la amistad cultivada en las montañas ecuatorianas con una cordada de escaladores austriacos Gloria viajó con ellos a escalar montañas en Bolivia – Chacaltaya (5421 m), Pequeño Alpamayo (5370m), Condoriri (5648 m), Illimani (6462 m), entre otros - y además, tuvo la posibilidad de conocer otras técnicas y recibir material mucho más avanzado que el que se lograba conseguir en Colombia en ese momento.
Equipo de expedicionarias colombianas.
En el viaje a Bolivia, Gloria se enteró que se estaba desarrollando la primera Confraternidad femenina latinoamericana de montaña, evento organizado por montañistas chilenas y además había representación de Colombia; las montañistas Leonor González y Vicky Riaño del Club El Escalador a quienes Gloria aún no conocía. En 1987 Gloria fue convocada como deportista del CCA en el siguiente encuentro femenino al Aconcagua, junto a Vicky Riaño.
Después de este encuentro, las montañistas colombianas continuaron asistiendo a estos eventos latinoamericanos. Junto a Gloria, los años siguientes en Ecuador y Perú participó Norma Castro de la Asociación Tolimense de Montañismo y Escalada (ATME). Eran los escenarios propicios para compartir conocimientos, técnicas y experiencias entre mujeres escaladoras y montañistas. ¡Todo un sueño poder participar allí y enviada por un club de montañismo!
Diva Criollo, montañista colombiana.
La década del noventa significó una época importante de crecimiento de escaladores y montañistas y de actividades como competencias de escalada deportiva, participación de deportistas colombianos en eventos fuera del país, encuentros de montañistas y conferencias, entre otras. Así mismo, los clubes universitarios ya se encontraban activos lo que también generó que más personas comenzaran a escalar y entre estas el número de mujeres también comenzó a aumentar.
Además de quienes ya hemos mencionado anteriormente en la década del noventa también se encontraban activas las montañistas Gloria Quintana, Diva Criollo, Andrea Molina, Consuelo Morales, Rocío Bejarano, Sayuri Matsuyama, Mónica Savdié, Maia Cartwright y seguramente muchas otras mujeres de las que no tenemos conocimiento. La mayoría de estas mujeres, a finales de los años noventa, ya habían escalado en Latinoamérica (México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina) y algunas de ellas fuera del continente. Es el caso de Diva Criollo quien también había escalado en Alaska y África, Rocío Bejarano en Rusia, Alaska y África y Sayuri Matsuyama en España.
Equipo de expedicionarias colombianas.
Luego de un encuentro casual de entrenamiento en Monserrate, Gloria Corredor, Gloria Quintana y Diva Criollo tuvieron la idea de crear un grupo de mujeres para subir a las montañas. Entre viajes a las montañas colombianas nació la Expedición Colombianas al Himalaya (2003) cuyo propósito era “Llevar con el tricolor nacional, mediante un esfuerzo colectivo, a una mujer colombiana a la cumbre del Cho Oyu”. Esta expedición significaba la primera vez en la historia del país que un equipo femenino se proponía coronar una cumbre de más de 8000 m con la idea de promover el montañismo como una actividad sana y solidaria y exaltar el papel de la mujer.
Infortunadamente, este enérgico equipo femenino no logró conseguir la financiación suficiente para realizar el proyecto, sin embargo, como equipo, lograron visitar la Cordillera Blanca como parte del entrenamiento para el Cho Oyu, también escalaron el Vallunaraju (5686 m), el Pisco (5752 m) e hicieron un intento al Chopicalqui (6354 m) del que tuvieron que regresar por las constantes avalanchas. Años después el equipo se disolvió, cada una en sus proyectos individuales, algunas continúan caminando las montañas, otras continuaron por otros senderos de la vida. Sinceros agradecimientos y admiración profunda a Gloria Corredor, quien compartió con emoción todas su aventuras.
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Continúe en este link con la quinta parte de este interesante relato de Historias de Mujeres en las Montañas de Colombia. |
Este articulo hace parte de la colección especial que recopila y celebra los más de 10 años de la Revista La Piola. Fue publicado originalmente el 26 de Febrero de 2019 en la Revista La Piola edición impresa #33.
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